lunes, 29 de junio de 2015

DE PUEBLO EN PUEBLO Y DE FIESTA EN FIESTA

Al “caloret” del verano y bajo un radiante sol, son muchos los pueblos y ciudades de cada rincón de nuestro país que celebran sus fiestas. Algunas de ellas, son sobradamente conocidas por nosotros aunque no hayamos tenido la oportunidad de vivirlas en vivo y en directo, ya que su fama ha traspasado fronteras y se han vuelto internacionales: los sanfermines de Pamplona (http://sanfermin.pamplona.es/), el descenso del Sella en Asturias (http://www.descensodelsella.com/index.php/es/) o la Tomatina de Buñol (http://www.tomatina.es/es/).

Pero, sin necesidad de irnos tan lejos de nuestro entorno geográfico, tenemos fiestas para todos los gustos. Hace apenas unos días, la capital de nuestra provincia –Alicante- vivía las Hogueras de San Juan. Una fiesta “purificadora” que no es más que el preámbulo de muchas otras fiestas que hacen del verano una época especial  para vivir de pueblo en pueblo y de fiesta en fiesta.

Es cierto que, en muchas de ellas, todavía no he tenido la oportunidad de estar, pero varias son las voces que me las han recomendado. Por ejemplo, del 24 al 31 de julio, Villajoyosa celebra sus Fiestas de Moros y Cristianos. Como parte de esta celebración, en la madrugada del día 28 de julio, tiene lugar un acto único y espectacular conocido como “El desembarco”.  Justo antes del alba de esta noche de verano, se lleva a cabo un interesante episodio  en el cuál el Ejército moro se embarca en el puerto de la ciudad mientras que el ejército cristiano espera en su campamento a pie de playa, con su artillería y su arcabucería de defensa.

El público, expectante en la playa, puede disfrutar de un espectáculo de luces, pirotecnia, sonido y fuego… recreando una batalla naval en la que participan más de 30 embarcaciones con la bandera de la media luna que, con el primer rayo de sol en el horizonte, desembarcan en la playa dispuestos para la batalla en la orilla.

En un destino un poco más lejano, en la vecina región de Murcia, muchas son las personas que me han hablado de la Cabalgata del Vino de Jumilla, prevista este año para el sábado 22 de agosto. Un divertido desfile de carrozas en el que, si tú quieres y te atreves, cada milímetro de tu cuerpo quedará rociado de vino.

Ya en nuestra comarca del Medio Vinalopó, también podremos recrearnos porque, de julio a septiembre, son muchos los pueblos que celebran sus fiestas. En julio podremos conocer las Fiestas Patronales en honor a San Abdón y San Senén de Algueña o  las Fiestas Patronales y de Moros y Cristianos de Novelda. Y en agosto,  tanto  Aspe como Hondón de los Frailes, Hondón de las Nieves, Pinoso o La Romana también nos acogerán con sus pintorescas calles engalanadas para la fiesta.

Y si llegado setiembre no has podido acudir a ninguna de todas estas esenciales fiestasJ aún te quedarán más celebraciones ya que por estas fechas, además de las Fiestas Mayores y las Fallas de Elda, Monóvar también celebra sus Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Remedio.

Si quieres saber un poco más sobre estas fiestas, te recomiendo echarle un vistazo a la “Guía de Fiestas del Medio Vinalopó”, que puedes comprar en varios quioscos de Elda y Petrer. Ha sido precisamente esta revista la que me ha inspirado a escribir este post que espero te haya sacado alguna sonrisa ;)
            

viernes, 12 de junio de 2015

CADA CLIENTE ES UN MUNDO: LA CASA DE BLAS


Extrañamente, estaba yo solo en la oficina la tarde en que ocurrió. Sonó el teléfono y una voz femenina al otro lado de la línea quería sonarme familiar, Beatriz, según dijo, se llamaba mi interlocutora, me expresó su interés por una de nuestras propiedades en la zona de la Torreta. Me ofrecí a mostrarle la casa en cuestión, pero ella dijo que no era necesario, que ya la había visitado por su cuenta, lo cual, para ser sincero, me resultó extraño.

Beatriz, en cambio, sí que aceptó mi invitación a visitarnos en la oficina para hablar de la posible compra. Cuando esa misma tarde la vi aparecer acompañada por su novio, entendí por qué su voz me había resultado tan familiar.
Un año atrás, la pareja ya había estado en la oficina para firmar un contrato multiexclusiva para vender su propiedad aunque, finalmente la operación no se llevó a cabo.

En esta ocasión, querían contar con nuestro asesoramiento e intermediación profesional para comprar la casa de la Torreta, entre otros motivos porque, por alguna razón, no podían llegar a un buen entendimiento con el propietario. Según mi compañero Alberto, quien había captado en su momento la propiedad, el propietario de la casa, Blas, era un hombre de carácter difícil.

Al día siguiente, con algo de incertidumbre por lo que me habían contado Beatriz y Alberto, quedé con Blas. Comprobé que, si bien era un hombre algo “cabezón”, en el fondo resultaba ser un trozo de pan. Su única exigencia a los futuros habitantes de su casa era que le diesen un mes de plazo para encontrar una nueva vivienda. Y, de hecho, no hizo falta tanto tiempo. Dos días después, Blas parecía hacer encontrado ya una casa por su cuenta, para cuya compra me ofrecí a preparar el contrato sin ningún coste.

Mi sorpresa fue grande cuando, la tarde siguiente, recibí una llamada de Blas diciendo que, incluso después de haber firmado esa mañana el contrato, ya no quería esa casa. Sus motivos giraban en torno a un sentimiento de “engaño” que él sentía porque, se había dado cuenta de que la casa olía mal y él con ese olor no podía vivir.

Con 3.000 € menos en el bolsillo, Blas y su mujer accedieron a ver algunas viviendas de nuestra cartera. De las 3 visitadas, se decantaron, a mi parecer, por la que peor relación calidad-precio tenía, pese a mis consejos. No te lo vas a creer pero, el fin de semana siguiente a la primera visita y con su decisión ya tomada, la historia se volvió a repetir, Blas volvió a pensar que querían engañarle porque la casa no estaba en condiciones. ¡Vuelta a empezar!

Blas, de nuevo por su cuenta, encontró otra “casa perfecta”. En esta ocasión, y en base a lo ocurrido con las dos viviendas anteriores, me limité a organizar la firma en notaría para el martes de la semana siguiente. Pero de nuevo surgió un imprevisto, esta vez, de salud. Ese fin de semana Blas sufrió un síntoma de infarto y tuvieron que operarlo de urgencia en Alicante. Según Blas, los nervios le habían jugado una mala pasada.


Afortunadamente, la operación salió bien y Blas se recuperó para poder seguir dando guerra. Finalmente, la semana siguiente firmamos la venta de su casa. Blas se mostró sincero entonces y, entre dientes, me comentó que debió dejarse guiar por mis consejos profesionales desde el comienzo y haber comprado la primera casa que le ofrecimos.